Enseña a los más pequeños la relación que tiene el sol con la hora del día. Este invento que parece nuevo, tiene ya millones de años y vamos a volver a ver la hora como lo hacían antes.

Para ello necesitamos:

• Tiza blanca
• Tizas de colores
• Metro
• Lápiz
• Reloj
• Plato de papel
• Cañita
• Algunas piedras que hacen de pisapapeles

Para empezar busca un espacio donde dé el sol sin sombras para poder dibujar. Con la tiza marca en el suelo las huellas de tus zapatos. Haz que otra persona dibuje el contorno de tu sombra en el suelo. No te olvides de escribir la hora a la que has hecho el dibujo mirando tu reloj. Repite cada hora para ver la evolución de tu sombra. De este modo verán cómo cambia la posición del sol a lo largo del día. Mientras esperas para pintar la siguiente sombra, haz tu propio reloj solar. En el plato de papel, debes perforar el centro. Con una regla, traza una línea recta hasta el centro del plato. Una vez sea la hora en punto que has escrito, coloca el plato en el suelo e introduce la pajita por el orificio del centro. Inclínala ligeramente para que quede alineada con la línea de la hora que has hecho. Coloca con cuidado las piedras para asegurarte que el plano no se mueve del sitio. Cada hora mira el plato y dibuja la línea que siga la posición de la sombra. Verás cómo tu reloj marca las horas a lo largo del día.